Corazones travestidos
dentro de pequenos pechos
finamente rasurados.
Sentimientos obcecados
por antiguos sacramentos,
dioses estigmatizados.
Te quiero,
te quieren adentro.
En su alma atormentada
llevando la bayamesa
tanto tiempo silenciada.
Influencias literarias
de Almodovar dando rienda
a su androginia temeraria.
Te quiero,
te quieren adentro.
De los planos de La Habana...
Porque puedes gritar en el viento
tu libre albedrio llevando pelucas
y tacones altos en pies tan inmensos.
Y te pones violenta o violento
y nadie en el mundo te puede quitar
la pintura de unas de tus sentimientos.
Porque puedes gritar en el viento
tu libre albedrio llevando pelucas
y tacones altos en pies tan inmensos.
Y te pones violenta o violento
y nadie en el mundo te puede quitar
las pestanas postizas de tu linimento.